EL APOCALIPSIS de SAN JUAN, Capítulo UNO: Versículos del 9 al 15

 


                         Las Siete Iglesias de Asia (Ilustración de Wikipedia) 


Una visión del Hijo del Hombre 

1:9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. 
1:10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, 
1:11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. 
1:12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 
1:13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
1:14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; 
1:15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas 

Explicación:

1:9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. 

Acerca de este versículo comenta el Maestro Jesús:

"A lo largo de la historia del mundo el Padre ha escogido a ciertas personas para recibir Su mensaje: aquél que Él ha querido hacer llegar al resto de la gente. Esto ha sido necesario pues en general sus hijos no han desarrollado la capacidad de escucharlo, ya sea porque han estado ocupados resolviendo o solventando sus necesidades diarias o porque no ha habido el debido interés para hacerlo. El hecho de que tengamos tan poca información acerca de la figura de Juan no afecta el mensaje que Dios ha querido enviar a través de él. Hay quienes especulan pensando: ¿será Juan el apóstol amado de Jesús el que en sus últimos años recibió el mensaje del Apocalipsis? O ¿será acaso otra persona que también se llamaba Juan? y Yo respondo: ¿Cuántas personas, -encargados míos para dar Mi mensaje- lo han hecho en forma completamente anónima? De hecho, muchos se han ocultado para evitar que se les rinda un homenaje personal, pues el mérito nunca ha sido de ellos sino de Dios, ya que ellos solo han sido un medio para dar a conocer la voluntad del Padre: Así que yo invito al lector a concentrarse en la lectura y explicación de los siguientes pasajes sin que los datos personales de Juan, ya sea que se conozcan o no, puedan representar una distracción para la persona interesada."

1:10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,

Para un devoto como Juan, todos los días eran del Señor pero seguramente se refería al Sábado que era el día que Yahvé, el Dios de los judíos, había designado como un día dedicado a Él en el que no les estaba permitido realizar ningún tipo de actividad mas que aquella que estuviera relacionada con el servicio o adoración a Dios.

Cuando dice que "estaba en el Espíritu" lo que desea expresar es que en ese momento se hallaba en sintonía con el Altísimo, es decir: que la Presencia de Dios no sólo lo acompañaba sino que lo inspiraba a escuchar y escribir todo aquello que le era revelado por medio de sonidos e imágenes.

1:11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. 

Cuando "La Voz cómo de trompeta" le dijo: "Yo soy el Alfa...", entendemos que era la voz del Cristo que es el Hijo Primogénito de Dios porque antes de la creación de los mundos Él ya existía y porque después de que los planetas y los universos se extingan Él no perecerá jamás: Alfa es la primera letra del alfabeto griego y Omega la última. Estas son símbolos del tiempo. 

Jesús menciona las siete iglesias que estaban en Asia: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea, y cuando lo hacía, se estaba refiriendo seguramente a grupos de cristianos que se estaban reuniendo en esos lugares para recordar Sus enseñanzas y compartir el Evangelio. 

No podemos llamarlas "iglesias" como tal, porque en ese tiempo todavía no existía el concepto de la "celebración litúrgica" como actualmente lo entendemos. Es decir: Jesús nunca tuvo la intención de instituir una "Iglesia" ni como el edificio del templo en donde las personas se reúnen a adorar a Dios (Ya que cuando los levitas le cuestionan, reponde que si alguien se atreviera a destruir el templo Él lo levantaría en tres días. Queriendo expresar que Él mismo era el Templo) ni como una Institución formada por una Jerarquía bien delimitada de hombres cuyo líder llamamos hoy: Papa y cuyo centro más importante se encuentra en el Vaticano.

En la época de Juan, los apóstoles de Jesús ya tenían años proclamando la "Anunciación del Reino", o sea que estaban dedicados a impartir la Palabra del Maestro a quienes desearan escuchar: a lo largo y ancho del mundo conocido en ese entonces, sobre todo en las sinagogas y en los lugares donde se reunían los seguidores de Cristo. 

Todavía no se contemplaba a la serie de enseñanzas de Jesús como una Religión.  

En realidad Jesús, Nuestro Maestro nunca tuvo la intención de que se construyera una Institución Religiosa a expensas de Sus enseñanzas pues esto fue lo que dijo:

Mateo 5:1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.
5:2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

Mateo 6:6cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo 6:7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
Mateo 6:8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis
.

“…Cuando mi Hijo Primogénito dijo en el pasado de la Tierra: Sobre esta roca construiré mi iglesia, lo dijo viendo el futuro de la humanidad porque la Trinidad Solar está en todas partes. Está también en los tiempos vivientes: pasado, presente y futuro ¿y qué es lo que vio? vio todas vuestras violaciones, vio como perseguíais a inocentes criaturas porque no compartían vuestras ideas; vio como las mandabais a las hogueras; vio como perseguíais a grandes estudiosos y escritores por el sólo hecho de haceros ver el error; vio como coronabais reyes terrestres sabiendo vuestra roca egoísta, que sólo existe un Rey de reyes: el Divino Padre; el que da y quita la vida, el título de rey es del mundo celeste; al demonio se le llama espíritu-rey. Los Mandamientos no enseñan a hacerse reyes: ellos mandan ser humildes por sobre todas las cosas. El Maestro Jesús vio como bendecían las armas con que se matan los hijos del Padre, sabiendo vosotros demonios que el divino Mandamiento dice: No matarás; vio el comercio de la fe; y vio toda inmoralidad en vuestros espíritus; más os valdría no haber pedido nacer de nuevo antes de caer de nuevo en violación; vuestras religiones son desconocidas en el Reino de los Cielos; y es desconocida toda moral que pretenda dividir la fe de los hijos del Padre…"

Este es un extracto de las revelaciones de "Los Rollos Divinos" que contienen la palabra de Dios escrita en más de dos mil rollos por su avatar: Luis Antonio Soto Romero. (Consultar la pág. web de "La Divina Revelación Alfa y Omega").

Cuando Jesús le dijo a Pedro: “sobre esta Roca construiré mi Iglesia” quiso decir que por encima de una Institución religiosa como la Cristiana Católica Apostólica Romana, Él traería al mundo la verdadera Fe y el verdadero Camino de Vida y del Amor Divino cuyo sendero los hombres no hemos sabido seguir.

Al leer "...y envíalo a las siete Iglesias en Asia..." debemos entender las "iglesias" que existían en ese entonces como congregaciones y que ahora han desaparecido en su mayoría  adonde los grupos más representativos de los primeros cristianos se reunían y que corresponden a los siete principales grupos actuales que han de recibir el mensaje.

1:12 Y me volví para ver la voz que  conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 

Dice el Maestro: 

"Las siete iglesias están representadas con siete candelabros, porque como lo mencioné en otra parte del evangelio, los candelabros simbolizan la luz que debe ponerse en lo alto para que iluminen el camino de las personas en su jornada por la vida."

1:13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
1:14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; 
1:15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas
 

Dice el Maestro Jesús: 

"En la primera visión Juan se refiere a mí como El hijo del hombre, que es una expresión que yo usé constantemente mientras viví en Israel y significa que no deben considerarme como un Ser divino sino como cualquier otra persona del pueblo, nacido de mujer.

El ceñidor de Oro con el que viste El hijo del hombre representa la acción de ceñir o contener las acciones de las personas en el mundo, ya que yo he sido enviado por mi Padre a mostrar a mis hermanos las consecuencias que tienen sus acciones, y sin embargo, en este momento todavía me limito a señalar que las acciones que no son controladas traen consecuencias incontrolables, como una advertencia para velar por su seguridad y la seguridad de la bella tierra que habitan.

La túnica talar significa una que llega hasta los talones.

La cabellera blanca representa la sabiduría adquirida por la edad: Yo aparezco en esta visión no como un joven –como se me ha representado antes-  sino como un hombre maduro con la suficiente autoridad para decidir el destino de cada hombre o mujer en el mundo, según sus acciones.

Mis ojos aparecen en la visión como llamas de fuego porque lo que he visto: los innumerables sucesos que se han ocurrido a lo largo de estos años, a partir de que deje la tierra, han convertido mi serenidad en indignación.

Mis pies eran en la visión como bronce incandescente en el horno porque ya no recorreré el camino del perdón sino el de la justicia, que es el del fuego purificador: por mucho tiempo, desde Mi primera aparición en la tierra, y hasta el día de hoy he abierto mi corazón a todas aquellas personas que han buscado el refugio de la misericordia y el consuelo del perdón pero a pesar de haberlo hecho muchos no han querido ceder a sus actos de orgullo y desprecio hacia Mis ofrecimientos, por lo tanto Yo no traigo un castigo sino sólo una advertencia de que toda acción en su vida trae una reacción que cada uno habrá de experimentar en forma justa.

Y su voz como estruendo de muchas aguas: esto es el símbolo de que Mi llamado deja de ser uno que pareciera el susurro del viento en lo profundo de su corazón. ahora vengo anunciando mi llegada como un grito de protesta que los elementos están manifestando en forma de inundaciones, de sismos, incendios y desastres naturales como antes no se habían visto: es la reacción de su planeta al maltrato al que ha sido sujeta por tantos siglos.

Aquél que no se refugie a tiempo en Mi corazón amoroso dispuesto al perdón, o el de mi Madre experimentará la justa reacción de sus obras."




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