APOCALIPSIS de SAN JUAN, Capítulo CATORCE: Versículos del 1 al 20
Capítulo 14
14:1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie
sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el
nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
14:2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un
gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas.
14:3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro
seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino
aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la
tierra.
14:4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos
son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de
entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;
14:5 y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del
trono de Dios.
Explicación:
14:1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie
sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el
nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
Sal
24.3 Monte de Jehová: la colina de Sión, considerada como el lugar que Dios
eligió para habitar en ella.
El Monte Sión es una colina baja y ancha
adyacente al lado sur de la Ciudad Vieja de Jerusalén. El Monte Sión se conecta
perfectamente con el Barrio Armenio de la Ciudad Vieja a través de la Puerta de
Sión. Durante cientos de años el monte ha tenido un significado religioso. El
Monte Sión jugó un papel importante en la Biblia y en el Segundo Templo de
Jerusalén (516 AC-70 DC). En la Biblia Hebrea, el nombre Sión se usó para
describir la Ciudad de David, el Monte del Templo y Jerusalén. A lo largo de
los años, Sión se ha convertido en un símbolo de la Tierra Santa en su conjunto
y de Jerusalén en particular.
Desde los tiempos Bíblicos Jehová Dios
marcaba a las personas de una forma u otra: ya sea para castigarlas por un
comportamiento contrario a los mandamientos que Él mismo entregó a Moisés o
para salvarlas de una catástrofe destinada a otros que sí la merecían.
En este caso los 144 mil son personas que
se han mantenido fieles a la Voluntad de Dios siguiendo Su camino de luz no
necesariamente dentro de alguna religión o profesión de fé: ellos son los que
han recibido la marca de la Virgen.
14:3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y
delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía
aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron
redimidos de entre los de la tierra.
14:4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos
son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de
entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;
Cuando se dice que “no se contaminaron con
mujeres” no significa que los 144 mil marcados sean hombres vírgenes pues entre
estos están por supuesto tanto hombres como mujeres. Esta expresión se usaba
desde antes de la llegada del Cristo sobre todo en el ámbito de los pueblos
bíblicos para designar a aquellas personas que se conservaban en la observación
de las costumbres religiosas de su tiempo pues se tomaba a la mujer casi como
la raíz del pecado en la medida en que le daban preferencia al hombre en sus
comentarios, y en la vida en general.
Actualmente podemos contar entre los 144
mil escogidos indistintamente tanto a hombres como mujeres que se han cuidado
de llevar una vida honorable y de servicio a su comunidad.
El Mensaje de los Tres Ángeles
14:6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
14:7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
14:8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran
ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su
fornicación.
14:9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la
BESTIA y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
14:10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en
el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos
ángeles y del Cordero;
14:11y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen
reposo de día ni de noche los que adoran a la BESTIA y a su imagen, ni nadie
que reciba la marca de su nombre.
14:12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de
Dios y la fe de Jesús.
14:13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí
en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu,
descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
14:6 Vi volar por en medio del cielo
a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de
la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
Cada vez que en este testimonio de Juan
escuchamos hablar acerca de los ángeles es debido a que en ese tiempo no era
posible que los moradores de la tierra comprendieran la vida extraterrestre.
Los ángeles de entonces son los mismos de
ahora: creaturas cuya morada se sitúa en planetas lejanos y que se reúnen en
ejércitos al servicio del Cristo en la batalla contra los demonios que han
seducido a la humanidad hundiéndola en los placeres y sufrimientos mundanos.
14:7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su
juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las
fuentes de las aguas.
El Juicio Final ha sido en realidad
provocado por los errores humanos: Dios no juzga a Su Creación pero sus hijos han
llevado sus vidas desde el principio hasta el final juzgando no sólo a la
Creación sino que también han juzgado a sus hermanos y lo peor: se han juzgado
a sí mismos.
En el Evangelio de Mateo Capítulo 7, versículos del 1 al 5, El Maestro dice:
7:1 No juzguéis, para que no seáis
juzgados.
7:2 Porque con el juicio con que juzgáis,
seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
7:3 ¿Y por qué miras la paja que está en
el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
7:4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame
sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
7:5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
De esa forma, la justa consecuencia de llevar vidas tras vidas juzgando es la de ser juzgados:
Sólo aquellos que han aceptado sus propias
faltas en el templo de su corazón y se han rendido al Amor Incondicional del
Cristo podrán salvarse de ser condenados en el Juicio Final.
14:8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha
caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del
vino del furor de su fornicación.
Babilonia La Grande es El Vaticano: su vino
es el brebaje que dio a través de una religión deformada, a todas las naciones,
buscando solo poder y reconocimiento, y atrapando en las redes de la mentira y
la confusión a toda persona que no supo discernir y que se dejó llevar por sus
profanaciones.
El Vaticano con su rey - que es el Papa- que se sienta en el trono de la vergüenza se proclaman como el vocero del Maestro Jesús pero traiciona cada uno de sus principios y no solo se vende y vende su alma a la Bestia, sino que se ocupa de comerciar con las almas de todas las personas irreflexivas que lo siguen y apoyan sus fechorías.
14:9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la BESTIA y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
El número 666 debe leerse al revés: 999, pues el 9 es el número del conflicto. Y el conflicto que habrán de vivir los que nieguen al Creador es tres veces más intenso que el que alguien pudiera imaginar
14:10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en
el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos
ángeles y del Cordero;
14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen
reposo de día ni de noche los que adoran a la Bestia y a su imagen, ni nadie
que reciba la marca de su nombre.
14:12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de
Dios y la fe de Jesús.
14:13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí
en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu,
descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
Aquellas personas afortunadas que se han
abierto y han compartido las enseñanzas del Maestro Ieshú podrán descansar y
alegrarse pues sus obras perdurarán por siempre.
14:15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura.
14:16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada.
14:17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda.
14:18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a
gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los
racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras.
14:19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y
echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios.
14:20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta
los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.
Explicación:
14:14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la
nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una
corona de oro, y en la mano una hoz aguda.
Comenta el Señor Ieshú:
La mies de la tierra es cegada por el que es semejante al Hijo del Hombre: él es Miguel, El arcángel más importante quien se asemeja al Hijo del hombre por su rectitud y pureza en el servicio al Padre-Madre Adonay.
Llegará muy pronto la hora en que el Primogénito: el Hijo del Dios Vivo hará justicia en la tierra por todos los crímenes cometidos por los hombres y mujeres que han puesto su egoísmo y su indiferencia por encima de la salud y la integridad de miles de niños que mueren de hambre diariamente, que sufren de abuso sexual, que son engañados a manos de los traficantes de drogas, que son vendidos a parejas que no pueden concebir y pagan para tenerlos, miles de niños que son secuestrados y asesinados para alimentar el negocio la venta de órganos, etc.
14:15 Y del templo salió otro ángel, clamando a
gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la
hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura.
Dice Cristo Jesús:
Con la autoridad divina que Dios le otorga, el ángel viene a detener la mano de aquellos que se dedican a fabricar y vender armas para mantener el estatus quo de los países de “primer mundo” como lo llaman los hombres de la superficie de la tierra…de aquellos que hacen de la esclavitud y la prostitución un negocio fructífero, de aquellos que sin importar las consecuencias construyen imperios en pos de la venta del alcohol y de la droga... y de los científicos y los políticos a los que sólo les importa el poder y dominio sin mirar sobre quién y hacen uso de sus conocimientos o estrategias para colonizar y explotar a los más débiles.
El ángel que gritó invitando al primero a cegar es el Arcángel Gabriel.
14:16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió
su hoz en la tierra, y la tierra fue segada.
Dios nos ha otorgado una tierra maravillosa capaz de alimentar al triple de la población mundial actual sin necesidad de que sea explotada o de que sus tesoros fueran arrebatados así como su sangre derramada para convertirla en gasolina o en sustancias que a la larga –por la forma en que se elaboran y se utilizan- resultan ser elementos contaminantes que envenenan al ser humano y al reino vegetal y animal.
Pero el ser humano no ha sabido honrarla y respetarla y por lo cual estaremos muy pronto entregando cuantas al Creador de todo cuanto nos dio y de cómo lo hemos desperdiciado dándole un mal uso.
14:17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda.
Este es el Árcangel Sadquiel.
14:18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a
gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los
racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras.
Dios se ha manifestado en la forma del sol
para iluminar y dar calor a tod@s sus hij@s: pobres o ricos, malos y buenos.
Se ha convertido en semilla y después en
fruto para alimentar a toda persona en necesidad.
Se ha hecho pequeño y eligiendo como
morada el corazón del ser humano ha querido inspirarlo siempre al amor, a la
comprensión y a la fraternidad entre cada una de sus criaturas pero la
humanidad –con sus honrosas excepciones- ha asaltado, violado y arrebatado los
dones que la tierra nos ofrece incondicionalmente y se ha querido hacer sorda y
ciega para no escuchar la Voz de su interior que le dice: “¡detente!, puedes
hacer algo mejor…”
Es el turno de todos los que hemos
ignorado los llamados a la razón y al respeto: de ser arrancados de la vid y
ser objetos de la Justicia Divina.
Sale Miguel de nuevo porque él es el que
tiene potestad sobre el fuego y le habla el que tiene la podadora para que
corte las uvas de la tierra: las uvas representan a la gente que nunca se
arrepintió de sus transgresiones contra la obra del Padre-Madre Creador/a y que
está destinada a morir en el Gran Lagar de la Ira de Dios.
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