9) Jesús de bebé y sus Primeros Años

 
Querid@ Lector/a:
       “En realidad mi nacimiento se llevó a cabo en mi hogar en el desierto en donde también pasé mis tres primeros años. Después de dar a luz, mi Madre hubiera querido quedarse ahí a pasar la cuarentena obligatoria que las judías practicaban y descansar sin el apuro de atender ningún otro pendiente. (El tiempo de cuarentena para una mujer tras el parto proviene directamente de motivos religiosos y fue heredada desde la Ley Mosaica (Las leyes que Yahvé impuso al "Pueblo Escogido" a través de Moisés, el patriarca) , tal como lo comenta el Levítico 12: 1-8 : uno de los libros bíblicos del Antiguo Testamento). 
Pero fue a los siete días de nacido cuando Madre María recibió la noticia de que era tiempo: Ellos (mi Madre y José) se aprestaron a salir de nuestro hogar en el desierto y con la ayuda celeste llegamos a Belém donde pasamos más o menos un mes de tu calendario gregoriano. 
Llegamos a un mesón en donde nos vimos obligados a refugiarnos debido a que todas las hosterías estaban llenas por la afluencia de personas que asistieron al censo en un espacio que compartimos con un buey, un burro y dos borregos, cuyos dueños colocaron ahí, para resguardarlos también del viento y la lluvia torrencial que cayó esa noche. Todo eso fue hecho para cumplir "con lo que estaba escrito". 
Fue allí adonde los pastores y los astrólogos a quienes se les conoce actualmente como “magos”, fueron guiados -por obra celestial- a acudir para encontrarnos. Después regresamos a la casa de Nazareth para no levantar sospechas por nuestra ausencia y ya no salimos de ahí hasta después de que cumplí los 40 días de nacido. Fue antes de la matanza de los pequeños por orden de Herodes que José y mi Madre recibieron la advertencia de un peligro inminente y el aviso de emergencia de que nos alejáramos lo más pronto posible de la Ciudad de Nazareth así que antes de marcharnos de vuelta a la casa del desierto mis padres me presentaron en el Templo y mi madre les comentó a nuestros amigos y vecinos que Ella y José habían estado planeando un viaje de visita a unos parientes hacía muchos meses y que iban a aprovechar el buen tiempo para emprenderlo sin mencionarles que algo terrible estaba por suceder pues Ella misma no sabía exactamente de lo que se trataba. 
Nosotros partimos al desierto un lunes y la matanza fue, sino me equivoco, un viernes. Yo apenas contaba con mes y medio de nacido en ese entonces y cuando regresé a mi casa en Nazareth ya habían transcurrido cinco años. Y hasta que estuvimos de regreso nos enteramos de lo que había pasado. Pasamos mis tres primeros años en la casa del desierto y los dos siguientes en Egipto (sólo viajamos hasta ahí para cumplir con lo que estaba escrito): adonde viví la odisea del “niño muerto”. 
José ya había estado casado una vez quedando viudo antes de desposar a mi Madre. Él tenía cuatro hijos y una joven que quedaron solos cuando pasó todo esto. Pero afortunadamente y con la ayuda celestial, José podía visitarlos para vigilar que no les faltara nada e incluso a veces se quedaba con ellos por algunos días. 
Él llegó a amar y hasta admirar muy profundamente a mi Madre por su fervor y entrega a Dios y Ella también se sintió profundamente agradecida con él por todas sus atenciones y delicadezas y se afanó devotamente en cuidarlo. 
El fruto de su amor fueron 7 hermanos que tuvieron, además de mí. 
Pero volviendo a lo de “nuestro viaje”, como dije: en realidad –por tres años- estuvimos muy cerca de Nazareth en el hogar del desierto. Rara vez llegaban a casa, visitantes de otros planetas* pero constantemente contábamos con la compañía de ángeles y arcángeles para convivir con mi Madre y ayudarla a cuidarme. 
                                                        Con gran respeto y amor: tu Jesús”

*Juan 14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 


Reflexión

En muchas ocasiones -seguramente querid@ lector/a- te has preguntado cómo se ve Dios o si tiene un cuerpo... por ejemplo.

Desgraciadamente, en nuestra sociedad y en las sociedades de todas las épocas alrededor del mundo ha sido un tema "incómodo" por llamarlo así. Ya que hablar de estas cosas puede dar pie a una discusión que no nos llevaría a ningún lado.

Y por temor a no ser juzgados como idólatras, o ignorantes de nuestra propia religión -si es que la tenemos- preferimos incluso evitar el tema de Jesús para no "molestar" a nuestros compañer@s de trabajo, familiares, amig@s, etc.

De hecho, aquellos valientes que a veces tocan a nuestra puerta para "dar la buena nueva" en repetidas ocasiones son ignorados o tachados de fanáticos religiosos.

Y es que en nuestro mundo podemos ser fanáticos del futbol, o de estrellas como Lady Gaga...¿pero de Dios?

Y yo me pregunto: ¿cómo esperamos vivir plenamente cuando desconocemos casi por completo nuestro origen divino?

No sólo Jesús tuvo que esconder muchas situaciones en su vida por el temor de no ser comprendido como efectivamente lo fue, sino que incluso a la fecha existe el fuerte prejuicio de que el hecho de pertenecer a una religión o "Sendero espiritual" es cosa de gente aburrida... o de viejitos.

Pero a pesar de que esta tendencia predomina, por otro lado podemos observar que también muchas personas están en esa búsqueda, porque el preguntarse: ¿quién soy?, adónde voy, ¿cuál es mi misión en esta vida?, ya nos estamos involucrando -aunque no seamos concientes de ello- en las cosas de Dios, pues todos y cada uno de los caminos que escojamos siempre nos llevará a Él porque: ¿existe un sitio en donde Dios no se manfieste?

Y es que ya hablar de las cosas de Dios es difícil pero: ¿qué pasa con la parte de la Creación del Padre que no conocemos?...todo ese universo allá afuera al que difícilmente presenciamos con ayuda de telescopios cada vez más potentes?

¿Qué pasa si alguien por ahí se atreviera a mencionar que él o ella puede escuchar los mensajes telepáticos que llegan de otros mundos?...¿porqué nos cuesta tanto trabajo aceptar que existen otros tipos de vida inteligente en incontables planetas que incluso rebasan el tamaño de la tierra miles de veces?

No nos asumimos como l@s hij@s amad@s de Nuestro Padre Creador pro tampoco podemos concebir que Él tenga "otras familias" en lugares tan lejanos como los millones de galaxias que sabemos que existen...y hablar de eso, a veces, nos pone la carne de gallina.

¿No será que nuestro miedo a sabernos realmente seres excepcionales con grandes capacidades desconocidas, nos hace temblar con sólo imaginarlo?  

Está escrito:

Juan 14: 12-14

14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

14:14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Podemos empezar tratando de creer que Jesús fue un Ser verdaderamente excepcional que vino a mostrarnos cómo vivir cultivando el amor, la dicha y la paz con nuestros semejantes y tratar de darle un lugar en nuestra vida como el mejor Aliado y Amigo que alguien pudiera tener. De seguro nunca estaremos decepcionad@s... si nos animamos a intentarlo.





Comentarios

Entradas populares de este blog

LOS MENSAJES DEL MAESTRO JESÚS

EL APOCALIPSIS de SAN JUAN, Capítulo UNO: Versículos del 9 al 15

APOCALIPSIS de SAN JUAN, Capítulo VEINTIDOS: Versículos del 1 al 21