APOCALIPSIS de SAN JUAN, Capítulo SIETE: Versículos del 1 al 17
Capítulo 7
Los 144,000
sellados
7:1 Después de esto vi a cuatro ángeles en pie
sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento
alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.
7:2 Vi también a otro ángel que subía de donde sale
el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro
ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al
mar,
7:3 diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al
mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos
de nuestro Dios.
7:4 Y oí el número de los sellados: ciento
cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de
Israel.
7:5 De la tribu de Judá, doce mil sellados. De
la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil
sellados.
7:6 De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil
sellados. De la tribu de Manasés, doce mil sellados.
7:7 De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De
la tribu de Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil
sellados.
7:8 De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados.
Explicación:
Comenta el Maestro Ieshú:
"Mis devotos encuentran, en diversas ocasiones, la fortaleza que requieren en la adoración a la cruz, que es el símbolo de la renuncia o la muerte a todo lo que nos obstaculiza en el camino a Dios (muerte al pecado). Los lados del símbolo de la cruz son cuatro.
El número cuatro simboliza la estabilidad o fortaleza de los cimientos sobre los cuales se construye.
Por otro lado, no debe nunca pensarse que tu Maestro y Guía en estos tiempos y en todos los tiempos fracasó por haber sido crucificado. Antes bien, Mi Muerte en la cruz fue el ofrecimiento que yo hice por todos mis hermanos para lavar al mundo del pecado y no debes olvidar que yo resucité al tercer día y después me eleve al cielo para reunirme con Mi Padre.
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Si la muerte es un
fracaso como Según el Papa Francisco lo declara Entonces todos los humanos
estarían fracasando al final de sus vidas.
La muerte en realidad
es un paso que todas las personas están destinadas a dar para retirarse de su
vida en la tierra y prepararse para otro ciclo en su existencia. Las
personas que piensan que ese es el fin de su vida son gente que ignora la
dinámica de la naturaleza que es creación de Dios.
Si tú observas cada pedacito de la creación del Padre te podrás dar cuenta de que todos y cada uno están compuesto de ciclos: la semilla al brotar se convierte en un retoño ante nuestros ojos. Después este último se desarrolla y surgirá una planta y luego la planta se convertirá eventualmente en un gran árbol. Pero ese árbol está destinado a pasar también por diferentes fases que son las de reverdecer, florecer, luego dar fruto y finalmente, en invierno: languidecer, pues sus hojas se marchitan.
Pero este no es el final, pues después de que perdió su follaje comenzará a revestirse de nuevo de hermosas hojas verdes, en primavera...de hecho este árbol, pasará muchos años cumpliendo una y otra vez estos períodos de cambio hasta que un día muera.
De la misma forma,
todo en la creación del Padre tiene un principio y un fin, pero lo que se
oculta a los ojos humanos es que el fin aparente es el principio de otra etapa
de la vida en otros planos que el hombre común no conoce: a veces
las personas tienden a negar aquello que no pueden ver.
El alma no muere sino
que deja el vehículo que ha estado usando en la tierra, cuando la persona fallece.
Y se eleva a un plano invisible para el ojo no entrenado.
Las derrotas solo existen en la mente de la persona que pasa por la experiencia del fracaso en carne propia y de esa manera puede hablar de algo que conoce.
Si él o ella en forma inconsciente, tiene grabado el estigma del fracaso, no podrá ver otra cosa en la vida de los demás.
Y aunque encuentre al ser más
exitoso del mundo -como es el caso del Hijo del hombre-, él verá solo lo
que su mente le grita: su propio fracaso.
Ese es solo uno de los
miles de estados mentales ilusorios que no permiten al ser humano en general:
ver la gloria del Padre-Madre.
Pero retomando el tema
de los ciclos y del número cuatro, te comento que antes de abrir el séptimo sello está
escrito que cuatro ángeles impidieron que hubiera movimiento alguno: ¿por
qué?
Porque fue o más bien
será, un gesto de respeto y una forma de dar honor a los escogidos de mi Padre
que son los 144,000 a los que se les selló en la frente con el signo de la Vida
Eterna.
Una persona que aspira a alcanzar este privilegio debe morir a sus propias limitaciones o como ustedes
le llaman morir al pecado.
Una de estas limitaciones es la idea de la derrota:
y dentro de la idea de la derrota es importante notar que para que alguien sea un triunfador debe haber otro, que sea perdedor.
Tener este tipo
de conceptos en mente habla de que nos estamos juzgando a nosotr@s mism@s y
a los demás, sintiéndonos por encima o por debajo de ellos: ¿no vine Yo a
enseñarles que lejos de juzgar o competir con otros lo importante era aprender
a amarnos?
Amarse a un@ mism@ y a
los demás significa expresar la compasión y el cuidado que Dios expresa hacia
Sus criaturas, ya que Él nunca las deja de Su mano.
Podrá dejarlas que
vivan todo tipo de experiencias debido a que cada una las busca por su libre
albedrío, pero nunca las abandona.
Amar es expresar con
hechos el cuidado que un@ debe tener hacia sí mism@ y hacia los demás
cumpliendo la voluntad de Dios.
Este es el mandamiento
más importante que Yo vine a darles pero todos aquellos que lo han olvidado son
los que no reciben el sello.
Los que han intentado
cumplir con este mandamiento, poniendo su mejor esfuerzo en ello, son los
144,000 escogidos que al final tendrán su parte Conmigo en la nueva Jerusalén.
Amar y superarse a uno
mismo es superar sus propias limitantes o aquellas ideas que no le permiten a
alguien aceptarse tal como Dios le creo y creó a sus hermanos. Ideas como las
de un hombre que piensa que debió nacer como mujer y que como tal debe ser tratado, o como las del rico que
piensa que los demás deben aceptar, que él es mejor que todos. Estas personas
no se aceptan como son y dependen del reconocimiento de los demás.
Si Dios nos da un cuerpo con determinadas características es porque el Padre desea que cada un@ viva la experiencia de ser hombre o de ser mujer: aceptar nuestro cuerpo, que es el templo donde vive Dios es aceptar Su voluntad… pero, cómo pueden algun@s aceptar por ejemplo el Sacramento del Bautismo o el de la Comunión: ¿cuando ni siquiera se aceptan a sí mism@s como Dios l@s creó?
Primero tendrían que reflexionar y hacer un trabajo exhaustivo a nivel mental, a nivel psicológico, para superar aquellas limitantes que no les permiten aceptar el regalo de la vida tal como Dios quiso entregárselos y luego acudir al templo (en caso de querer hacerlo) para recibir otros dones que Dios puede o quiere obsequiar, pero no antes de aceptar el don más básico: el de la propia existencia bajo la forma divina que el Divino Padre nos quiso brindar.
Los Ángeles dan la
bienvenida a los Escogidos -aquellos que han aceptado del Padre el don de
la vida y el del Amor divino y que han tratado de vivir según Su voluntad-,
evocando el silencio sin dejar que siquiera el viento sople desde los cuatro
ángulos de la Tierra para rendir homenaje a su esfuerzo, ya
que no cualquiera alcanza este logro en su vida.
Si alguien
tuviera que ser exitoso, ellos serían los primeros y los únicos en alcanzar
la cima: no regodeándose en el fracaso de otros sino cuidando que cada
uno de sus actos esté alineado con la Voluntad del Creador."
7:2 Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
Dice el Señor Jesús:
"Los ángeles son seres privilegiados que sirven a Dios y por lo mismo pertenecen a la luz solar, sólo en algunas ocasiones especiales actúan bajo las sombras pero ellos no tienen opción.
Al ser humano sí le fue entregado el regalo especial del libre albedrío y de esa forma está capacitado para hacer el bien o el mal...pero resulta que para muchos, en lugar de haber sido un don, ha operado en su vida como una condena."
7:3 diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
Los ángeles, como fieles servidores de Dios poseen el poder de protegernos y de sanarnos en algunas ocasiones pero también de alterar el orden de la naturaleza. Cuando el Padre requiere que Sus hijos reciban la retribución justa a sus transgresiones en contra de la armonía de la Creación, los ángeles aplican la Justicia de Dios.
Aquellos que por su propia elección, hayan obrado siempre, en lo posible, conforme a las leyes del amor y el respeto serán protegidos en medio de las desgracias que vendrán al mundo.
La multitud vestida de ropas blancas
Estas son las personas que habrán de salvarse de la gran catástrofe que está destinada la humanidad a sufrir. Pues son quienes a diferencia del resto, han tratado a lo largo de su vida de cambiar sus costumbres y apegarse a un estilo de vida en el que el objetivo es lograr la armonía entre el ser humano y la naturaleza: el respeto a la vida, el amor hacia el semejante, etc. que son los principios básicos que desde nuestros orígenes no deberíamos haber olvidado.
Estos 144,000 además se caracterizarán
por haber buscado respuestas con base en un camino de auto cuestionamiento y
libertad lejos de la norma asfixiante del sistema.
En unión y comunión en la idea de
pertenecer y agradecer su existencia al (la) Dios-a Creador-a: estos 144,000 perseveran.
7:9 Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie
podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban
delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y
con palmas en las manos;
7:10 y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que
está sentado en el trono, y al Cordero.
7:11 Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos
y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del
trono, y adoraron a Dios,
7:12 diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de
gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los
siglos de los siglos. Amén.
7:13 Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos
de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han
venido?
7:14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido
de la gran tribulación y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la
sangre del Cordero.
7:15 Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su
templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre
ellos.
7:16 Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor
alguno;
7:17 porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará
a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
Muchos piensan que sólo los
cristianos, aquellos que pertenecen a la Iglesia Católica serán “Los escogidos” pero Dios
no está sujeto a los prejuicios o ideas que la mente limitada del Ser humano
suele formular.
Así como el Maestro dice: "Todos están invitados a la mesa de mi Padre: judíos, gentiles, hijos de Moisés o de extranjero…” Refiriéndose a todo tipo de personas, fuera que hubieran nacido dentro de la comunidad cristiana o no. Él no tiene preferencia por nadie, ya que toda persona que siguiere los principios de respeto hacia sí mism@ y hacia sus hermanos humanos, animales, vegetales y minerales, tendrá su lugar en el Reino de los Cielos.
7:13 Entonces uno de los
ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes
son, y de dónde han venido?
7:14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y
él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación y han lavado
sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
Son todas aquellas personas que se mantuvieron fieles durante el período de dificultades y persecución que sufrieron a causa del anticristo y que viven agradeciendo al Maestro Jesús que sacrificó su propia vida para purificar sus almas
de un inmenso karma acumulado por cientos de generaciones.
7:15 Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su
templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre
ellos.
7:16 Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor
alguno;
7:17 porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará
a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
En general no deberíamos tomar las palabras
escritas en la Biblia en forma literal pues no necesariamente es el sentido que
se intenta transmitir.
Así como Nuestro Amado Maestro
Jesús hablaba en parábolas, de la misma forma en la Biblia, incluso desde el Génesis encontraremos figuras de simbolismo que expresan bellamente una idea que al
final queda velada para el entendimiento del neófito.
Pero en este caso, a pesar de que estos últimos versículos están expresados en forma poética su significado es claro:
Aquella persona que sirve al Padre con sincera devoción, estará protegida bajo la sombra fresca de Su presencia divina en su vida y la guía del Cordero que es el Hijo, nunca le faltará, así como el consuelo de Su Amor Infinito y Misericordia Insondable.
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