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Mostrando entradas de enero, 2024

APOCALIPSIS de SAN JUAN, Capítulo DOS: Versículos del 8 al 11

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                                                                            El mensaje a Esmirna 2:8 Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto:  2:9 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rica), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.  2:10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.  2:11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte. Explicación: 2:8 Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto:  El Señor Jesucristo, es Quien habla. 2:9 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rica), y la blasfemia de l

EL APOCALIPSIS de SAN JUAN, Capítulo DOS: Versículos 1 al 7

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    CARTAS A LAS SIETE IGLESIAS 1)   Iglesia de Éfeso 2:1 Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:  2:2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;  2:3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.  2:4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.  2:5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.  2:6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.  2:7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está

EL APOCALIPSIS de SAN JUAN, Capítulo UNO: Versículos del 16 al 20

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  Una visión del Hijo del Hombre (Continuación) 1:16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.  1:17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; 1:18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.  1:19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.  1:20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias. Explicación: 1:16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.  Las siete estrellas representan las 7 l

EL APOCALIPSIS de SAN JUAN, Capítulo UNO: Versículos del 9 al 15

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                            Las Siete Iglesias de Asia (Ilustración de Wikipedia)   Una visión del Hijo del Hombre  1:9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.  1:10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,  1:11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.  1:12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,  1:13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 1:14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como lla